Mucho tiene que cambiar la cosa para que el 2020 sea un buen año. "Todavía queda tiempo" - decía yo en mi época de estudiante para luego acabar con un 4.75 y tener que volver en la siguiente convocatoria. Ojalá hubiéramos sacado un 4.75. Ojalá tuviéramos otra convocatoria. Si tuviera que evaluar el año le daba un 1.5 como máximo.
Este año 2020 se va dejando algunas cosas buenas y muchas malas. Incluso visto desde la tranquilidad de no haber perdido a nadie, ni trabajo, ni casa e incluso sabiendo que el 2021 traerá una nueva persona a mi familia, sigo pensando que el 2020 ha sido un año terrible. No me gusta ponerme serio, la verdad, pero tampoco pasa nada por una vez al año y es que este año no merece menos que decir seriamente que ha sido un poco mierda. Que ha muerto gente solo con la compañía de algún desconocido perteneciente al personal sanitario. Y otros que ni eso, sólo en compañía de su soledad, de sus recuerdos, en compañía de si mismo. Solos. Que ni siquiera han podido tener un entierro con sus familiares más cercanos.
Y luego la gran batalla política, llena de números para arriba y para abajo. Usando todo para hacer rédito político de las desgracias ajenas. Peleas, peleas y más peleas. El 2020 lo recordaré también como aquel en el que todos los políticos nos fallaron. Sin colores ni banderas. La batalla de: "Pues tú dijiste que...", "Pues tú más...", "Pues anda que tú con las gafas...". El desgaste político posiblemente sea duro pero el desgaste de ser persona del pueblo llano también cansa. A mi me cansa ya tanto político mirándose su ombligo.
Más muertes. La del periodismo. Muerto también por el clickbait y por el valor del titular en lugar del contenido. Muerto porque sólo interesa poner anuncios y obtener suscriptores como si fuera el año 2002. Muerto porque sus noticias están redactadas después de publicar el titular. El contenido que más se ha repetido este año en los diarios digitales posiblemente sea "Noticia aún en desarrollo".
Pero ha habido algunos ganadores a este año. Algunos que han sabido estar a la altura. Los niños han sido los mejores. Han aceptado TODO. Quedarse sin ver a sus compañeros, sin jugar en parques, sin salir a la calle con una pelota o un carrito de bebé de juguetes. Sin ver a sus abuelos, a sus primos y sus tíos. Y siguen felices.
Ha sido muy cansado este 2020 pero por lo menos ya se va, así que abran la puerta que no queremos volver a verlo.
Feliz año a todos.